En el corazón palpitante de la Ciudad de México, donde la noche se diluye entre luces tenues, murmullos y guitarras, Delfina Campos regresa. No como una extranjera, sino como una cómplice habitual de quienes han elegido las canciones como refugio y resistencia. Este mayo, la artista argentina pisa suelo mexicano con la delicadeza firme de quien sabe que cada paso también es un acto de memoria y de deseo.
Desde el estreno de su segundo disco, Películas Perdidas, en agosto de 2024, Delfina no ha dejado de moverse. El álbum, que encontró su columna vertebral en la colaboración con Cuino Scornik —el mismo que escribió para Calamaro himnos que duelen como verdades no dichas—, se convirtió en una bitácora emocional de la generación que creció sabiendo que todo lo que importa termina siendo, de algún modo, una historia extraviada. O una película sin final.
Y esa es tal vez la clave del hechizo de Delfina: su capacidad de narrar lo íntimo como si fuera universal. Con una lírica que entrelaza lo cotidiano y lo existencial, y una voz que parece haber aprendido a temblar y a rugir en la misma canción, su propuesta excede lo musical para volverse gesto político. En una escena argentina marcada por una efervescencia creativa que no logra escapar de sus contextos sociales —crisis económica, debates de género, tensiones de clase—, la obra de Campos se erige como crónica emocional de una época que aún busca sus propias respuestas.
El disco cuenta con colaboraciones notables: Hilda Lizarazu y El Príncipe Idiota prestan sus voces a canciones que son más bien confesiones a cielo abierto. Hay rastros de Hipnótica, Juana Aguirre, Nico Landa, como si Delfina supiera que lo colectivo también puede ser una forma de salvación.
Después de presentarse en festivales como Primavera Sound Buenos Aires, Cosquín Rock o Marvin Festival en México, y de abrir para artistas como Mitski, Wallows y los Jonas Brothers, Delfina aterriza con una gira mexicana que combina el fulgor eléctrico del full band con la cercanía emocional de sus sets acústicos.
Este viaje sonoro comienza el jueves 01 de mayo con un show acústico en el Bajo Circuito (Bajo Puente de, Cto. Interior S/N, Colonia Condesa), junto a Tulsa. Luego, el miércoles 07 de mayo, será el turno del esperado show completo en formato Full Band en Tonal (Av. Álvaro Obregón 160, Roma Norte), donde compartirá escenario con Rosario Ortega (Argentina) y Diana Meril (México). A este acto le siguen dos fechas más: el viernes 08 de mayo en el Foro Indie Rocks! (Sala B) (Zacatecas 39, Roma), junto a Mafalda Cardenal, y el viernes 09 de mayo en 1940 Café Multiforme en Puebla (Av. Reforma, 504, Centro), donde nuevamente estará acompañada por Mafalda.
La gira no es solo una excusa para cantar. Es también una invitación a volver a mirar nuestras propias películas perdidas, esas que guardamos en el cuerpo, en la memoria, en las ausencias.
Quienes la siguen saben que Delfina no actúa. Delfina confiesa. Y confesar, en un mundo tan saturado de máscaras, es un acto profundamente revolucionario.
01 de mayo – Bajo Circuito, Bajo Puente de, Cto. Interior S/N, Colonia Condesa, Ciudad de México
entradas anticipadas: www.passline.com
07 de mayo – Tonal, Av. Álvaro Obregón 160, Roma Norte, Ciudad de México
entradas anticipadas: tonal.boletia.com/
08 de mayo – Foro Indie Rocks! (Sala B), Zacatecas 39, colonia Roma, Ciudad de México
entradas anticipadas: feverup.com
09 de mayo – 1940 Café Multiforme, Av. Reforma, 504, Centro, Puebla