El Héroe de la Clase Obrera : el grito de Lennon que Ozzy llevó hasta el final
Por Ezequiel Ponce
Publicado en 27/07/2025 15:29 • Actualizado 27/07/2025 15:53
Historias De Grandes Canciones

Hay canciones que no solo se escuchan: se heredan. Como si fueran fragmentos de un evangelio perdido, rescatado de los márgenes del vinilo y los pliegues del alma. Working Class Hero no es solo una de las composiciones más austeras y feroces de John Lennon, es también una grieta en la historia del rock por donde se filtra la verdad incómoda del mundo moderno.

 

Este texto, apenas acompañado por una guitarra repetitiva y el eco de una voz que no pide permiso, fue grabado en 1970, pero podría haber sido escrito por un obrero del siglo XIX o por un adolescente desempleado de 2025. Es una canción que viaja en el tiempo, pero no como las que evocan nostalgias, sino como las que cargan advertencias.

 

El héroe sin gloria

 

En Working Class Hero, Lennon no canta: denuncia. El hombre que alguna vez gritó Give Peace a Chance ahora hablaba sin metáforas. El niño de Liverpool que pasó de vivir en casas prestadas a llenar estadios, regresaba con furia a sus raíces: "Te hacen sentir pequeño, sin darte una razón, mientras te llenan la cabeza de reglas." Así reza una de las líneas que, aún hoy, sigue generando escalofríos.

 

Era 1970. El sueño hippie se desvanecía y los Beatles eran ya una fotografía enmarcada. Lennon, solo pero lúcido, escribía su primer disco post-Beatle, Plastic Ono Band, como quien lanza piedras contra el templo. Working Class Hero fue su manifiesto, su testamento anticipado.

 

 

Ozzy Osbourne: el otro héroe caído

 

Décadas más tarde, un artista nacido también entre fábricas y frustraciones —un tal Ozzy Osbourne, de Birmingham— encontraría en esa canción un espejo. En 2007, Ozzy grabó su propia versión de Working Class Hero para el álbum tributo a Lennon: Instant Karma – The Amnesty International Campaign to Save Darfur.

 

La voz rota del exlíder de Black Sabbath, cargada de décadas de excesos, redenciones y resurrecciones, le dio a la canción una dimensión profética. Donde Lennon era filo, Ozzy era carne. Donde John insinuaba, Ozzy desgarraba.

 

Y hoy, a días de su muerte —una noticia que resuena con el tono apagado de las campanas eléctricas—, esa versión adquiere un nuevo peso: su voz cantando "a working class hero is something to be" no es ya una interpretación. Es una autobiografía.

 

Ozzy fue el antihéroe perfecto: no el modelo, sino el sobreviviente. Su homenaje a Lennon no fue una pose de estrella; fue un acto de humildad artística, de filiación ideológica. Fue también una despedida anticipada, aunque nadie lo supiera.

 

Una canción, dos destinos

 

Cuando Lennon compuso Working Class Hero, no buscaba aprobación. Usó una palabra prohibida —“fucking”— y no se disculpó. Le quitaron difusión, pero no la furia. La canción es un ataque a la maquinaria de domesticación humana: escuelas, religiones, trabajos, familias que construyen autómatas. Un poema amargo sobre cómo el sistema convierte al niño en engranaje, y al engranaje en nada.

 

Ozzy, que también fue carne de fábrica y adicto a las sombras, encontró ahí su verdad. Y al versionarla, dejó una grabación que hoy —con su reciente partida— se escucha como una especie de misa negra a cielo abierto.

 

Palabra clave: resistencia

 

Las GRANDES HISTORIAS DE GRANDES CANCIONES no son aquellas donde todo termina bien. Son las que arden, incomodan, y siguen vigentes mucho después de que sus autores hayan partido.

Working Class Hero es una de ellas. Porque no está hecha para gustar: está hecha para despertar. Porque no ofrece esperanza, sino conciencia.

 

Y porque, gracias a Lennon, y ahora también a Ozzy, nos recuerda que ser un héroe de la clase trabajadora no es una victoria. Es una lucha constante. Una cicatriz. Una canción.

 

 

Comentarios
¡Comentario enviado exitosamente!

Chat Online