Hay canciones que suenan como un golpe de realidad; otras, como el recuerdo de vidas que nunca tuvimos. Envy, el nuevo single de Moths, pertenece a ese raro linaje de piezas que nacen para perturbar, con la intensidad de un poema secreto escrito en la penumbra de los días.
La banda puertorriqueña de progressive metal liberó este tema como último presagio antes de su álbum conceptual Septem, anunciado para el 1 de agosto. Y el anuncio llegó como suelen llegar los oráculos en las tragedias griegas: con una certeza oscura y un destino sellado.
Envy marca un regreso inquietante al sonido primigenio de Moths, donde el stoner y doom metal se entrelazan con su distintivo tono psicodélico para crear una experiencia familiar, intensa y profundamente emocional. Aquí no hay espacio para la glorificación superficial de la envidia. La canción narra, con la crudeza de un narrador omnisciente y sin consuelo, la historia de un individuo defectuoso y consumido por el resentimiento: esa sensación de estar siempre al margen, anhelando lo que otros poseen, con un deseo no solo de obtenerlo, sino de destruirlo. La caída es inevitable y la letra no ofrece redención.
Quizá sea esa honestidad despiadada la que otorga peso a este lanzamiento, más aún al saberse que incluye una de las últimas contribuciones líricas de Damaris Rodríguez, anterior vocalista de Moths. Su participación dota de una cualidad fúnebre al track, como si sus palabras fueran epitafios para un yo que ya no está, pero que aún susurra desde la grieta.
Musicalmente, Envy se alimenta de riffs aplastantes y capas atmosféricas en las que el oyente transita como quien camina por un templo en ruinas, atisbando columnas partidas, fragmentos de cielos y escombros que narran la historia de un imperio perdido. Sin embargo, es también un tema de contrastes: se siente pesado y extremo, pero conserva el halo progresivo que caracteriza a Moths desde sus primeras composiciones.
Weslie Negrón, bajista de la banda, explica: Envy es el tema que más se conecta con lo que hicimos en nuestro álbum anterior, Space Force. Se enfoca más en la interpretación vocal y en los riffs que la acompañan, pero también mantiene esa energía de sesión de jam que tanto nos gusta incorporar cuando escribimos. La música en Septem es, en general, más directa; más oscura, más pesada y más extrema, pero Envy conserva esa base progresiva que es parte natural de lo que somos como banda. También es una de las canciones más coloridas del disco, con secciones pegadizas y cambios dinámicos. Ahora que este es nuestro tercer sencillo, esperamos que le dé al público una mejor idea de lo que pueden esperar del álbum y despierte su curiosidad.
El concepto visual de Envy rinde homenaje al cine mudo, donde la imagen es reina y la palabra es sierva. En un blanco y negro casi ritual, retrata a un personaje escindido, enfrentado a sus antípodas interiores: esa otra forma de sí mismo que habita en silencio, que observa con el desprecio de los dioses menores y consume su esencia hasta dejarlo vacío.
Así, Moths no entrega un simple single previo a Septem. Entrega un mito, un laberinto sonoro en el que cada riff es un pasillo y cada nota, una puerta que se abre hacia la parte más inhóspita de nuestra humanidad. Envy está disponible en todas las plataformas digitales, y escucharla es aceptar un viaje sin brújula, un descenso voluntario a esa región donde la envidia se convierte en un dios hambriento.