En un rincón inesperado de Santiago, donde la humedad de los cables y el polvo de ensayo aún perfuman los pasillos de las salas compartidas, germina una nueva voz del pop alternativo. Se hace llamar bl0pa. Detrás del nombre encriptado se encuentra Pablo Zenteno Miranda, ese baterista que supo marcar el tempo en Fakinmono, sumar texturas en Tabaco y conducir los latidos de Isla Sorna. Hoy, abandona la trinchera rítmica para ubicarse al centro del escenario.
Estados de Ánimo Pt. 1 no es solo el debut solista de un veterano de la batería; es el manifiesto emocional de una generación que ha aprendido a metabolizar el caos con loops y sintetizadores. Disponible ya en todas las plataformas digitales, este EP es la primera entrega de una serie que promete navegar, sin brújula pero con precisión quirúrgica, entre la calma meditativa y la rabia distorsionada.
Zenteno, alias bl0pa, lanza esta obra como respuesta a lo que él mismo llama una necesidad artística y creativa. Su paleta sonora es generosa en matices: psicodelia como en las sesiones más introspectivas de Tame Impala, R&B que recuerda la suavidad áspera de Frank Ocean, y un hip-hop que se deja rozar por el new wave, como si los años 80 hubieran aprendido a rapear en los márgenes digitales del siglo XXI.
¿Por qué importa bl0pa ahora? Porque es parte de una camada de artistas emergentes que están sacudiendo los cimientos del pop rock independiente en Chile, sin pedir permiso a la industria ni encajar en etiquetas prefabricadas. Son voces que nacen del hazlo-tú-mismo, del ensayo nocturno, de la producción casera que suena mejor que muchos estudios de lujo. En este universo se mueve bl0pa, tan heredero de los experimentos de Gepe como de las ansiedades post-pandémicas de cualquier veinteañero que creció con Fruity Loops y SoundCloud.
Detrás de este primer viaje están nombres como Iván Salinas (RecLab) en grabación, y César Castañeda (Franja de Gaza, Isla Sorna) como bajista y productor. Las guitarras y segundas voces las pone Eduardo Muñoz, mientras Zenteno se multiplica en teclados y voz principal. El arte visual, en tanto, cae en las manos y el lente del fotógrafo Marcelo Plaza, que aporta una estética tan urbana como introspectiva.
Este EP no llega solo; es también una declaración silenciosa de independencia. Es música hecha sin filtros, sin una oficina detrás, sin ningún algoritmo que dicte el bpm. Y eso, en 2025, es un acto profundamente político.
Para quienes buscan descubrir talentos emergentes y ampliar su radar sonoro más allá de lo que ofrecen las listas de reproducción automáticas, bl0pa es un nombre que no debería pasar desapercibido. Es una invitación a mirar hacia adentro y hacia los márgenes, donde lo nuevo se cuece sin prisa pero sin pausa.
Y si después de escucharlo sentís la necesidad de seguir explorando ese universo de música independiente, la radio online de lamusicadelgarage.org es el lugar ideal. Ahí suenan bl0pa y otros artistas emergentes que están redefiniendo el panorama musical latinoamericano desde el anonimato hacia la posteridad.
Porque a veces, el talento no grita. Susurra con elegancia. Y bl0pa tiene mucho que decir.
