Imaginemos —como un juego secreto entre iniciados— un mapa donde la música no pertenece a ninguna nación y donde las canciones, en su alquimia de melodía y palabra, se deslizan por las geografías invisibles del alma humana. En ese mundo, **Santiago Sposto** es un cartógrafo brillante.
A sus 34 años, este productor y compositor nacido en Quilmes se erige como una de las piezas fundamentales para entender la nueva exportación cultural de la Argentina: la de artistas que, en lugar de adaptarse a moldes, los derriten en su crisol personal. Desde su radicación en México, **Santiago Sposto** ha construido una carrera donde cada nota, cada verso, parece derribar un nuevo límite.
Formado en la rigurosa Escuela de Música Contemporánea de Buenos Aires, y luego becado por la Sociedad de Autores y Compositores en México, Sposto no sólo ha recogido diplomas: ha tejido una red de experiencias que incluyen la composición para las distintas marcas de Unilever y la participación en más de 80 comerciales de TV en toda Latinoamérica. En su bitácora, no hay un solo paso dado sin la obsesiva búsqueda de excelencia.
Pero donde su nombre empieza a adquirir tintes legendarios es en su vínculo con la música pop moderna y orgánica. Santiago Sposto encontró un espejo y un impulso en MARLLA, la cantante con la que coescribió temas como "Quién te dijo", incluido en el álbum *Antes que la vida pase*, bajo el prestigioso sello Warner Music México. Una colaboración orquestada también junto a Andrés Chano, mente maestra detrás del sonido de Reik. Como en los cuentos de antiguas cofradías secretas, la tríada no tardó en engendrar nuevas piezas, como "Roto", que llegó a la gran pantalla como parte de la banda sonora de la película *Todas menos tú*.
Así, mientras muchos artistas se debaten entre los confines de sus estilos, Santiago Sposto los disuelve con una naturalidad que recuerda a aquellos viajeros míticos de los libros prohibidos: es un compositor que escribe en el idioma de los sentimientos, una lengua universal donde Buenos Aires, Ciudad de México y Los Ángeles son apenas diferentes estaciones del mismo tren sonoro.
Hoy, Santiago Sposto no sólo acumula créditos y colaboraciones exitosas; construye un porvenir donde la música latina continúa expandiendo sus contornos hacia horizontes aún no descubiertos. Más soundtracks, más proyectos colectivos, más canciones que sirvan como puentes invisibles entre culturas: ese es el norte hacia donde dirige su brújula creativa.
En un tiempo donde se habla de fronteras, Sposto propone melodías que las olvidan.
Y, quizás sin saberlo, ya es el autor de tu próxima canción.