Hay conciertos que son rituales. Encuentros que no solo suenan, sino que se encarnan. Que rompen la monotonía de una ciudad saturada de ofertas pero hambrienta de autenticidad. Y cuando una banda como Buzzcocks aterriza en Buenos Aires, no se trata solo de una visita más al circuito musical. Se trata de un manifiesto, una declaración de principios grabada en distorsión, urgencia y memoria.

El próximo viernes 23 de mayo a las 19 horas, El Teatrito, esa catedral de lo alternativo enclavada en Sarmiento 1752, recibirá a uno de los íconos indiscutidos del punk rock inglés. Con Steve Diggle como comandante de esta nave que navega la contracultura desde hace más de cuatro décadas, Buzzcocks llega con un repertorio cargado de historia y electricidad. La Argentina, una vez más, los espera con los brazos abiertos y el pogo en el alma.

En tiempos en que la industria cultural se debate entre algoritmos y superficialidades, Buzzcocks aparece como un antídoto visceral. Su reciente inclusión en el Walk Of Fame de Camden —compartiendo acera con leyendas como David Bowie y Amy Winehouse— no solo consagra su legado, sino que revalida su vigencia. Mientras el mercado se digitaliza, ellos se electrifican. Y no hay IA que componga algo como Harmony In My Head o Promises.

Desde Manchester a Buenos Aires, la banda se presenta con el impulso de su último trabajo discográfico, Sonics In The Soul (2022), un álbum que supo cruzar el pasado glorioso con una pulsión contemporánea. No es nostalgia, es revolución. Es Diggle haciendo pie en el presente, componiendo como un Lennon subterráneo, sin Shelley pero con el espíritu intacto. “Me hice cargo de la banda y eso la hizo aún más heroica”, declaró. Y suena como una consigna punk, pero también como una lección de resiliencia.

Buzzcocks ha sabido atravesar generaciones, geografías y cambios de paradigma. Han girado por todo el mundo, sobrevivido a separaciones, a la muerte de Pete Shelley, y aún así, siguen en pie, avanzando. Con nuevo disco en camino —Attitude Adjustment— y una gira que vibra en cada parada, esta visita a la Argentina se convierte en un acto de fe para quienes creen que la música todavía puede ser motor de sentido y resistencia.

Porque, sí, en este país que vive entre la belleza y el colapso, el punk también encuentra su lugar. Y lo encuentra en cada cuerpo que salte en El Teatrito, en cada garganta que grite los himnos de una banda que nunca bajó los brazos.

Últimas entradas disponibles a través del sistema Passline y en puntos de venta físicos: Locuras (Morón), La Estaka (Quilmes), Mala Difusión (CABA), Fade To Black (Bond Street) y Liverpool (Belgrano).

Calle del espectáculo: Sarmiento 1752

Ciudad: Buenos Aires

Entradas anticipadas: sistema Passline